Trei Inmobiliaria te entrega las siguientes recomendaciones para proteger tu hogar del frío durante este invierno

La humedad y las bajas temperaturas pueden hacerle un silencioso, pero feroz daño a tu vivienda.

Es sabido que la humedad y el frío pueden causar estragos no sólo en la salud de las personas y mascotas, sino que en los materiales de tu hogar.

Por eso, es muy necesario poner especial énfasis en cuidar a nuestra casa para soportar el frío invierno que se nos avecina.

Es fundamental cuidar y revisar tres puntos del hogar que suelen debilitarse con el paso del tiempo: las techumbres, las paredes y los accesos.

En puertas y ventanas

Las puertas y las ventanas suelen ser los accesos por los que se producen más fugas de calor en las viviendas. Las pequeñas rendijas que quedan entre el marco y la puerta o ventana pueden restarle temperatura y confort a una habitación.

Eso se puede solucionar con cosas domésticas. Se puede poner algún sello o algún tipo de burlete. Hay algunos sellos de bordes que venden en el mercado que sirven para sellar las rendijas en puertas y ventanas. También es recomendable tener ventanas de termopanel, e incluso algo tan simple como una cortina, también ayuda.

Más que nada es importante mantener la temperatura de confort adecuada dentro de una habitación, eso es lo que se busca. Lo ideal es no excederse en las temperaturas, ni generar cambios de temperatura bruscos. Esa es la clave, con esto no debería tener ningún problema de humedad en la vivienda.

En paredes

Las paredes, sobre todo las de exterior, pueden verse altamente afectadas si no se les da la mantención correspondiente.

El moho, los hongos y los musgos son microorganismos indeseables para la vivienda, aunque siempre se relacionan con la humedad. Allí la importancia de poner énfasis en estas zonas antes del invierno.

Existen tres tipos de daño que son efectos de la humedad, y se conocen como capilaridad, condensación y filtración.

1. Capilaridad: Es la humedad que se genera en las paredes porosas y/o con fisuras, generalmente de albañilería u hormigón. Un claro ejemplo de esto, son las eflorescencias en las albañilerías; La acción directa del sol evapora el agua del muro, ésta en su paso arrastra la sal interna de los bloques, el agua se evapora en cambio la sal queda adherida a la pared del muro, debilitando la adherencia de la pintura y exponiendo al muro a presencias de microorganismos patógenos.

Para solucionar esto, existen productos idóneos en el mercado que se aplican al muro igual que una pintura. Por un lado están los impermeabilizantes, que tienen más duración, en el tiempo, que los hidrorrepelentes. Se aplica una capa de pintura al muro expuesto, quedando en él una capa plástica protegiendo de la humedad. Se utiliza comúnmente en elementos que están en contacto permanentes con humedad.

Por otro lado están los hidrorrepelentes, que generan una capa similar a la anterior, pero mucho más eficiente, es decir, deja pasar menos cantidad de agua. La desventaja es que el hidrorrepelente, por su composición química, se va desgastando más rápido a la acción del agua, es decir, a medida que va quedando expuesto y protegiendo al muro, va permitiendo el paso de humedad a este en el largo plazo, por ende, su uso es recomendado para acción ocasional de humedad, en donde es más eficiente.

2. Condensación: En las viviendas, es la humedad que está directamente relacionada con una mala ventilación.

Para solucionar este problema, se recomienda una ventilación cruzada, es decir, una ventana y una puerta abiertas dentro de una habitación. Además, también es recomendable tener una ventilación en la techumbre y a su vez, no tapar las ventilaciones o celosías en puertas o ventanas.

3. Filtración. Se da por alguna instalación que esté en mal uso o que esté filtrando agua, como por ejemplo, una tubería de agua potable.

Lo recomendable es revisar las llaves de paso, conexiones y uniones en agua potable. En el alcantarillado, los desagües, sifones o cualquier elemento que pueda producir humedad, hongos o moho a la larga.

En techumbres

Se recomienda limpiar las canaletas antes de la llegada del invierno, eliminando cualquier resto de barro u hojas.

Sin embargo, muchas veces olvidamos que, también hay que poner ojo a las uniones de las planchas y canaletas con sus respectivos sellos, que generalmente, están diseñados para durar dos o tres años como máximo, ya que estos se van cristalizando y quemando con la acción directa del sol.

Lo recomendable es repararlos completamente, es decir, sacarlos por completo, limpiar y volver a aplicarlos.

La zona en la que más atención se debe poner en la techumbre es en las fijaciones de las planchas y en los elementos de unión, ya que en estos elementos se producen las filtraciones.

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