La llegada del verano y el calor va de la mano con la temporada de piscinas.
Un espacio grande y frío en el cual refrescarse es una de las sensaciones preferidas durante los días de mayor temperatura. Pero puede volverse una pesadilla si no se toman los resguardos de higiene correspondientes.
La inclusión de químicos como cloro, reguladores de pH y alguicidas son fundamentales para mantener una piscina libre de hongos, moho y bacterias.
También el uso de filtros y bombas de agua para piscinas, las cuales están especialmente diseñadas para eliminar impurezas y partículas del agua de la piscina, manteniéndola limpia y clara.
Los filtros desempeñan un papel fundamental en el sistema de circulación y filtración del agua de la piscina y, por ende, son indispensables en casi cualquier alberca.
En términos generales, un filtro de agua para piscinas es un componente esencial del sistema de circulación y purificación del agua en una instalación de este tipo. Su función principal es eliminar las impurezas y partículas no deseadas del agua, manteniendo así la calidad y claridad del agua de la piscina.
El proceso de filtración se lleva a cabo a través de un medio filtrante, que puede ser arena o cartucho. El agua de la piscina se bombea a través de este medio filtrante, donde las partículas y sedimentos son atrapados y eliminados del agua. Posteriormente, el agua limpia es devuelta a la piscina, completando así el ciclo de filtración.
La elección del filtro correcto es fundamental para lograr un correcto funcionamiento del mismo. Además, hay que considerar el tamaño de la piscina y la frecuencia de uso. Es importante seguir las recomendaciones del fabricante para el mantenimiento adecuado del filtro y asegurarse de que funcione eficientemente para mantener el agua de la piscina limpia y segura.
¿Qué pasa si no utilizo un filtro para piscina?
Si usted es porfiado y aún así no quiere instalar un filtro en su piscina, debe saber que esto podría tener consecuencias negativas para la calidad del agua y la salud de la piscina. Los filtros son esenciales en el sistema de circulación y filtración del agua, y su principal función es eliminar impurezas, partículas y contaminantes del agua de la piscina.
Prescindir de un filtro de agua en una piscina conlleva diversos riesgos tanto para la salud de los usuarios como para la integridad estructural de la piscina. La falta de filtración propicia la proliferación de microorganismos, como bacterias y virus, los cuales pueden ocasionar problemas de salud como infecciones de oído, irritaciones cutáneas y problemas gastrointestinales. Además, la acumulación de productos químicos desinfectantes sin filtrar puede generar irritaciones en los ojos y la piel de los nadadores.
La ausencia de un filtro también puede resultar en agua turbia y desagradable visualmente, afectando la estética de la piscina y la experiencia de natación. Además, la acumulación de partículas no filtradas puede obstruir las tuberías y equipos de bombeo, reduciendo la eficiencia del sistema y generando daños a largo plazo en la infraestructura de la piscina.
No utilizar un filtro de agua para piscina puede llevar a una disminución significativa en la calidad del agua, haciendo que la piscina sea menos atractiva y potencialmente perjudicial para la salud.
Fuente: Copesa